7:11 p. m.

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Publicado por Rosanna Hernández |



Ayer empezó siendo un día de mierda: Uno de nuestros clientes no nos va a pagar "indefinidamente", aunque esperan solucionarlo pronto. Otro cliente con prisas se quejó de un trabajo que nosotros no habíamos hecho ni diseñado, pero como estábamos por medio, nos salpicó de lleno (tanto que vamos a pagar el arreglo). Para rematar, escribiendo con el rotulador vileda sobre la pizarra de cristal que tenemos, éste se puso a babear y mancho toda la pared con unas bonitas manchas negras dignas de ARCO.

Y entonces sucedió.

Nos llamó nuestro inventor en plantilla y nos dijo que la empresa líder del sector a la que habíamos presentado nuestro proyecto había dicho que SI. Que nos los compran y que quieren que trabajemos para ellos en lo que viene siendo I+D: investigación y desarrollo.

De repente, todo cambió. El reciente cabreo con el cliente que no nos paga se amainó y le dimos más tiempo para pagarnos; le concedimos el arreglo de nuestro bolsillo al que estaba rebotado y los manchurrones en la pared nos parecieron hasta artísticos.

Llevamos más de dos años trabajando en ese proyecto y estábamos a punto de abandonarlo porque no podíamos asumirlo económicamente. Entonces fue cuando estuvimos en el lugar adecuado, en el momento adecuado y con la persona adecuada. Hemos pasado tres filtros de la empresa (entre ellos el financiero) y ya estamos dentro.

Nuestra vida va a cambiar dentro de unos meses e imagino que yo ya no estaré en la agencia a diario para contaros mis cosillas, pero seguiré manteniendo el blog hasta entonces y lo que pueda después :)


Pd. Esto es la segunda parte de Hoy puede ser un gran día



1 comentarios:

nus dijo...

Saca el güisky, Chely... no te digo ná.

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